...SERVICIO MILITAR
...entre sueños oigo como un mazazo, un golpe en la puerta de mi casa, seguido de cuatro más, parecía que estaban llamando perentoriamente y con un martillo, me vestí rápidamente, mientras insultaba a quien quiera que fuese el culpable, estaba calzando mis botas de paseo y se repitió la traca, aún más rompedora.
Abrí la puerta de golpe, dispuesto a pelearme con el mundo y allí estaba una pareja de la guardia civil, con su fusil, con su uniforme y con su inefable tricornio.
Oí mi nombre.
_ Si soy yo.
_ Tienes que acompañarnos.
Ni pregunté, ni nada, me quedé esperando no se que.
Entonces, el numero que tenia el bigote más poblado, me cogió del brazo izquierdo y tiró un poco de él.
-Dígame cabo, cuál es el motivo de su requerimiento?
_ Te faltan por cumplir dos meses del servicio militar, después del último permiso, no volviste al cuartel.
_ Pero de eso hace más de 50 años, no les da vergüenza molestar a un jubilado.
_Es la orden que tenemos.
Entonces me fijé un poco en ellos, eran mucho más viejos que yo y aun seguían en activo.
_ Yo solo vuelvo al cuartel si me ascienden a coronel.
El otro picoleto se aproxima y me agarra del otro brazo y oigo su voz como un sueño.
_ Despierta que ya ha venido el fontanero.
...y allí estaba el fontanero, con su caja de herramientas, que pesaba más que una bombona de butano llena y con su bigote que me recordaba a alguien.
Este maldito sueño que me acompaña desde hace más de medio siglo, siempre el mismo, siempre distinto.
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