
El geniecillo que coleccionaba pájaros
Fue Jonas el primero que se lo dijo a Abishinky
-Ya se donde esta mi hermano Cain.
El duende llevaba mucho tiempo soportando la angustia de Jonas, su cuervo.
El hermano mellizo, había desaparecido la primavera pasada, ósea hace tres meses exactos hoy mismo, y estaba en casa de Lucrecio y no estaba solo, unos treinta pájaros de los valles cercanos estaban con el, preciosos, inmóviles y con los ojos siempre abiertos, colocados en aquel gran salom de la entrada de la casa donde vivía aquel geniecillo endiablado aficionado a disecar volátiles.
Aguilas, milanos, perdices, codornices, cigüeñas, palomas torcaces, tordos, gorriones, jilgueros, tórtolas,verdecillos, urracas,un buitre leonado, un búho real, un mochuelo, dos lavanderas, un precioso halcón peregrino, un azór, un mirlo, dos golondrinas, un vencejo, dos gaviotas, dos abubillas, un pavo real, un par de patos y otros que no sabia el nombre de su especie, y un zorro, que era " un pájaro de cuidado" según decía Lucrecio.
El secretario de Abishinky, ósea, el cuervo Jonas, fue tajante
-Quiero vengarme, por la muerte de mi hermano Cain y la de los otros miembros alados, quiero convertirlo en escarabajo y después comérmelo y me tienes que ayudar, jefe.
Dijo el cuervo todo airado.
-Te ayudare pero a mi manera, no quiero mas muertes.
-Vamos a hacer una lista de todos los pájaros disecados que hay en la casa de Lucrecio, luego vas a convocar a todos los pájaros de esa lista y vamos a ver que podemos hacer, puede ser el sábado por la mañanita, detrás de la casa a las ocho, se ruega que sean puntuales. Todos fueron puntuales menos Jonas, el cuervo de Abishinky se durmió y llego 5 minutos tarde, pero al final entre todos llegaron a un acuerdo, para el día siguiente.
....Y así fue, el domingo era día de mercadillo y todos estaban en aquella antigua feria comprando y vendiendo, Lucrecio, también.
Abishinky le vigilaba, al medio día, el geniecillo, emprendió el camino de regreso a su casa silbando como siempre intentando imitar a algún pájaro, llegó al alpendre de su casa, dejo las compras en la mesa de la entrada y fue a beber un vaso de the verde frío, de la tetera, que estaba en medio del gran salom.
Al pasar al lado del búho real, este le guiño un ojo, Lucrecio retrocedió asustado y oyó algunos trinos y un graznido, al fondo en lo alto de la estantería, aquella gigante águila se desperezaba y el buitre abrió aquella boca picuda amenazante, la cigüeña le dio un picotazo en el culo, el cuervo un mordisco picudo en la oreja, las abubillas le cagaron en el pelo y todos los pájaros le picaron, le cagaron, le chillaron en una orgia tan asustadora que le hizo huir al sitio que mas miedo le daba de la casa, el cuartito de la leña debajo de la escalera, abrió aquella puerta maldita, entro en aquel sitio odioso y cerro con tal fuerza que el pestillo se deslizo cerrando la puerta, por fuera.
....Y allí estaba encerrado, donde tantas veces había estado castigado por su padre, cuando era mas joven, algunas veces fue obligado a dormir, entre cucarachas y ratones y el pánico a quedarse allí le hizo llorar y gritar, dar patadas y suplicar.
-Os pido perdón, os lo suplico no volveré a hacerlo nunca mas.
Los pájaros se habían puesto encima de la mesa y de las repisas
El cuervo Jonas estaba encaramado en el respaldo de la silla enfrente del ventanuco rejilla de la puerta donde Lucrecio estaba encerrado.
Carraspeo antes de empezar a hablar.
-Como representante y portavoz de esta comunidad de afectados y víctimas de tu comportamiento criminal y aunque alguno de los aquí presentes pensaban que el mejor castigo era comerte crudo, o convertirte en gusano y también comerte, te vamos a condenar y condenamos a que de ahora en adelante, facilites la vida de los asistentes a este acto y de sus familiares, ahora y en el futuro si así lo hicieres, abra paz y después gloria, si no cumplieras la pena, volveremos.
..Y ahora vas a coger un azadón y cavarás en lo alto de tu jardín una fosa, donde enterraremos a todos nuestros hermanos en una ceremonia de despedida y plantaras flores, después dirijiendose a la cigüeña la indico que abriese la puerta y de alli salió asustado y arrepentido el geniecillo Lucrecio....
Desde fuera asomado a la ventana, Abishinky contemplaba emocionado todo el asunto, se limpio las lagrimas y emprendió el camino de su casa, una taza de the verde con hierbabuena y dos rosquillas de anís, serian un buen aperitivo.

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