martes, 7 de junio de 2016

Los Ponetta 19

 LOS PONETTA 19  PARIS

    ...y así fue, con la bendición de sus padres, el joven Ponetta se marcho con el circo, cuando este siguió su ruta de actuaciones en el norte de Portugal, después, Galicia, luego Miranda de Ebro, San Sebastian y Francia camino de París. Cuando el circo italiano llego al espacio donde se instalaría, el joven Ponetta ya tenia su sitio y su actuación consolidada.

El gran estreno y la expectación de los parisinos por ver el numero de los payasos, hizo que dieran cinco pases, dos el viernes, dos el sábado y la gran despedida el domingo.

Los fabulosos PIM PAM PIM PONETTA dejaron bien marcada la figura del payaso, sobre todo de la nariz, roja y grande como un tomate.

Mañana seria la ultima actuación, y durante buena parte de la noche ensayaron todos los detalles de su actuación. Casi no pudo dormir, tantos recuerdos, tantas ilusiones. El ajetreo y el olor a comida le terminaron por despertar. cuando tenia que actuar solía comer poco, pero como siempre acudió al comedor del circo con todos sus compañeros, para intercambiar sugestiones y darse ánimos.
Media hora antes del comienzo ya estaba como un San Luis, reluciente preparado, ayudando a los demás y si mismo.
El numero de los elefantes terminaba y detrás iba su numero.
Así que cuando oyó el redoble de los tambores y el sonido de las trompetas, y después la poderosa voz del amigo de sus padres, cerro por un momento los ojos y recordó en un segundo todos los avatares y tribulaciones que le habían acontecido, y en ese momento los dio por buenos y cogiendo de la mano a su compañero de un salto entro en la luz de la pista, dejándose llevar y llevando a todos los asistentes a un mundo de ilusión y de encuentro. 
Y Pim Pam creyó en ese momento que ya nunca seria tan feliz como entonces.
Los aplausos y gritos del publico fueron los mas largos que había recibido y al final, felizmente cansado tenia ganas de retirarse a su camerino, asearse, ponerse cómodo y descansar, quedarse toda la noche con sus recuerdos.
...Y en eso estaba en su maravilloso camerino cuando unos golpes en la puerta le volvieron a la realidad.
-Si , quien es?
-Buenas noches sr Ponetta, hay aquí una persona que quiere saludarle.
Ruben Ponetta se puso de pie, se ajusto la bata y dio permiso a la visita.
La puerta se abrió del todo y una mujer, preciosa, apareció en el dintel, iba con un vestido,  blanco marfil, de talle alto, con una rebeca roja y zapatos de tacón del mismo color.
El joven Ponetta avanzo con la mano extendida y la mejor sonrisa en sus labios.
-Soy Ruben Ponetta. Dijo con cierta timidez.
Ella apretó entre sus manos la mano de Pim Pam y mirándole a los ojos con una mirada directa y húmeda le dijo:
- Soy Susana.
Entonces nuestro amigo la atrajo hasta si y subiendo las manos de Susana hasta sus labios le beso los dedos y las palmas, y los dedos y toda la mano, después la apretó entre sus fuertes brazos mientras separaba la cabeza, para ver bien visto lo que veía.
Después junto sus labios con los de Susana, su amor de toda la vida y tuvo la certeza de que el camino había sido largo, cruel y trágico, pero que el desenlace era cierto, que el futuro seria de ellos, de los dos.
...Y lo fue, ellos durante muchos años viajaron juntos, haciendo felices a muchos niños y no tan niños.
Y a finales de otoño volvían a Pesqueira junto a su pasado y con sus padres.

FIN

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