EL HOSPITAL. Urgencias
Cuando yo era mas pequeño oí decir a mi abuelito, que al hospital se iba a nacer y a morir, y también de visita. Aquello me lleno de angustia y aunque no me acordaba de mi nacimiento, pensé, que no iría nunca mas y así viviría siempre. Pero las cosas son, como son, y no como queremos.
El Cacum, que tiene miedo a los hospitales, como estaría de mal, que se fue solito a urgencias, que es una forma rápida de que te atiendan, así que a las tres o cuatro horas de estar allí esperando en una sala de espera abarrotada, y con cuatro de seguridad para controlar al personal, le llamaron, y el solito, como pudo, se acerco al mostrador, le sentaron en una silla de ruedas y le llevaron a una sala, con muchos aparatos donde le reconocieron, "tienes que quedarte en el hospital, le dijo el medico", que ya iba cogiendo confianza. "Tiene familia?", le dijo la enfermera.
Mi abuelito que es muy listo, respondió que mucha, que tenia un nieto, dos hijos, cinco hermanos, una madre, y muchos tíos, primos, y sobrinos, por todo el mundo y que en su familia se hablaban muchos idiomas, ingles, francés, alemán, portugués, italiano, japonés, español, y todos los idiomas que se hablan en España. Al oír esto, la enfermera le puso una aguja cerca de la muñeca, que dejo a mi abuelito quieto y callado..... "y también tengo", en ese momento regresaba el medico, "tienes que subir a planta". Allí le estaban esperando una cama vacía, dos médicos y dos enfermeras, que le miraban todos a la vez, el que parecía el jefe dijo, que tenían que ponerle oxigeno y una sonda en el pene, pues llevaba un día casi sin hacer pis, seria de la próstata, digo yo. A mi abuelito le dio un espasmo cuando la enfermera, con mucha delicadeza, lo desnudo y le empezó a meter aquella cosa por la uretra, que es una cosa que tiene el pene. Total, que cuando se quiso dar cuenta, estaba enchufado por todos los sitios, y asustado por todos los lados.
"Tienes que darnos un tf. para llamar a tu familia", le pidió la enfermera con gafas.
Mi abuelito dijo que no tenia, que mañana cuando saliese del hospital se compraría uno. La enfermera le dijo que el de su madre, el numero. Que ella misma la llamaría. Mi abuelito que estaba medio grogui hizo una mueca.
"Tenemos un pequeño problema", le dijo el medico que mandaba, mientras le cogía la mano por la muñeca, "tienes liquido en los pulmones, y eso te produce una insuficiencia respiratoria. Te voy a poner un tratamiento, y si no mejoras, tendremos que drenarte mañana, no te asustes, es una operación rutinaria, con anestesia local". Mi abuelito no se cayó al suelo, porque estaba tumbado, pero si le dio un canguelo que casi se hace caca, eso lo dice el, pero con otras palabras.
En ese momento hizo su aparición su madre, mi bisabuela.
Ella ha tenido seis hijos y tantas operaciones, y que va tanto al hospital, que hace tiempo la preguntaron, si trabajaba allí.
-Hola hijo! como no me avisaste antes?.
-Por no preocuparte mama.
Contesto el Cacum.
-Bueno no te preocupes, que te pondrás bien, que el hijo de la Luisa, la del 34, le paso lo mismo, y ya ves, tan fuerte como un toro, que va por la calle que parece un chaval.
-Mama , Ángel nunca ha sido fuerte ni joven, y lo que le hicieron fue extirparle las amígdalas.
-Ya, pero podía haber sido peor.
-Mama, no quiero hablar mas de ese asunto, así que llama a mis hijos y a mi nieto, y les dices lo que quieras"....................
EL HOSPITAL 2 Neumonía
....Ella ya había llamado a todo el mundo, por lo visto, pero el Cacum no recibiría ninguna visita, hasta el día siguiente. Mi abuelito pidió a su madre, que se fuera a su casa a dormir y que volviera mañana.
Y se quedo solo, bueno solo no, con un compañero de habitación, que estaba en la cama de la ventana, y que el pobre tenia mas tubos conectados que el Cacum, y un color amarillento, muy feo, con el estaba su hija, que no paraba de entrar y salir a fumarse un cigarrillo a la escalera de incendios. Le llevaron la cena, un puré verde y una tajada de merluza a la romana y de postre un yogurt, con sabor a fresa que no tocó. La enfermera al retirar el servicio, le dijo que tenia que comer para ponerse bien, mañana, dijo mi abuelito.
Llevaría un rato dormitando, cuando se despertó sobresaltado, entraron médicos y enfermeras, pues al enfermo de al lado se le había parado el corazón. Total que se quedo sin compañero. Toda la noche la paso pensando en la vida y en ese duerme vela entraba una enfermera, cada rato, a tomarle la temperatura y a inyectarle algo en la vía que tenia.
La fiebre, las pesadillas y que le costaba respirar, le dejaron hecho polvo. Cuando le trajeron el desayuno, también le llevaron un compañero nuevo, que estaba mas muerto que vivo.
La enfermera le pregunto a mi abuelito que si quería afeitarse y el Cacum enfadado la dijo que su barba era sagrada, y que nadie tenia permiso para tocarla.
La enfermera le dijo, muy bien, ahora vamos a quirófano, y lo dijo con cierta malicia, según piensa el Cacum. Lo cierto es que el pobrecito se quedo de piedra y se lo llevaron con cama y todo, al ascensor, camino de su destino.
Y todo siguió así poco mas o menos, le subieron a una mesa de operaciones, le pusieron alguna inyección en los costadillos, y le metieron un tubo directo hasta un pulmón, y luego lo mismo por el otro costado, hasta el otro. El dolor, dice mi abuelito, fue horroroso, que la anestesia debería estar pasada o así, y que casi se muere. Total que le subieron a planta, con mas tubos aun, por los que salía un liquido rojo que le extraía una maquina especial.
Y digo yo, quien inventara esas maquinas tan raras que hay en los hospitales, deben ser personas que han nacido para eso, creo.
- Señora, ha tenido un hijo inventor de maquinas de hospital, enhorabuena.
Le dirán a la madre cuando pare.
En fin a lo que iba, en la sala no cabía casi mi abuelito, alli estaban un puñado de familia, su madre, mi papa y yo y una señora de Argüelles, del mercado de Altamirano, que vendía pescado..
Casi no conocí a mi abuelo, pobrecito con lo miedoso que es, para estas cosas y alli estaba, taladrado y lleno de tubos y cables, que el mismo parecía una maquina y con una cara de sufrimiento, que parecía un San Sebastian y que con una medio sonrisa me guiño un ojo.
Tienen que desalojar la habitación, dijo la enfermera del carrito, tenemos que hacerle las curas. Así que todos al pasillo, luego pueden entrar, pero por grupos y así fue pasando la mañana y la tarde y el día y el siguiente y el otro....Y mi abuelito se recupero, le fueron quitando, tubos y cables y sondas y aparatos y compañero de habitación, que tuvo tres con mala suerte y mañana miércoles le dan el alta, así que iré con mi papa a recogerle y a despedirme de los médicos y enfermeras, que han cuidado tanto a mi abuelito Cacum. Que dice mi abuelo que hay que tener amigos hasta el infierno, el no cree, pero nunca se sabe.
60
EL VENTILADOR
El verano pasado fui a pasar unos días con mi abuelito, que esta muy contento, porque ha comprado un ventilador de techo, con cuatro alas y con luz y todo.
Cuando subimos a su habitación, a verlo, me dijo orgulloso que el lo había instalado solito.
Lo había colocado en el techo justo encima de la cama, que es el mejor sitio, dice.
Y ante mi pregunta contesta, bueno el cable que va por el techo hasta el ventilador, tampoco hace tan feo, y si se mueve tanto es solo cuando lo conecto, las luces del ventilador las tengo apagadas, porque me dan directamente en los ojos y no puedo dormir.
Total que esa noche que dormí con el, no pegué ojo, entre el ruido del ventilador, y los ronquidos del Cacum, me dieron una noche toledana.
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