EL ARMARIO

Castigo infantil

Ahora hay mucha gente que sale del armario, dice el Cacum, que es una cosa que ve bien, pero que es personal e intransferible, a el también le paso una cosa con un armario, hace mucho tiempo.

 Mi abuelito también la liaba cuando era un niño, me ha contado una historia, que le paso cuando tenia mi edad aproximadamente. Eran otros tiempos, entonces no había tv. y en verano la gente salía a la puerta de su casa a la fresca y cuando empezaba a refrescar, entonces a la cama.

Los niños jugaban por el barrio, al escondite y a otros juegos que se han ido perdiendo por el camino. El caso es que esa noche hacia mucho calor, y el y sus amigos se fueron hasta el río a darse un baño, y allí estaban tan contentos. 
Mientras en casa, el padre dio la orden de recogida, y claro el no estaba. Le llamaron y el no contestaba. Al final después de un buen rato apareció, con el pelo aun mojado, y el padre le dio un capón, le castigo al día siguiente sin salir y el domingo.  Así que mientras sus amigos iban a bañarse al río, el se quedo en casa sin salir, bueno pudo ir a por el pan y otros recados.

...Y así paso el día, y después de la cena todos salieron a la puerta menos el, que se tuvo que ir a la cama, castigado.

Después cuando llego la hora de irse a dormir, su hermano mayor bajo corriendo de la habitación de arriba, diciendo que el no estaba en la cama. Todos le buscaron por la casa, en el patio, por la calle de atrás, le llamaron, vinieron los vecinos, y todos tenían una opinión sobre el asunto. La madre le decía al padre que había sido duro, y esas cosas que se dicen. Que donde estaría, pobrecito le llamaban por el lado del monte y del río, llamaron en casas de sus amigos por si acaso se había refugiado en alguna. En ese momento el padre miro el reloj de pulsera, son casi las cuatro, añadió.

Y justo en ese momento, hizo su aparición por el hueco de la escalera, el mismísimo Cacum. 
-Buenas noches, que el siempre fue muy saludador. Aun estaba medio dormido y con el bañador puesto, el tenia dos bañadores, el suyo y el de su hermano mayor, traía el suyo puesto. El de él, o quizás el otro, no se acuerda.

La primera reacción del padre fue cogerle por el cuello, pero había mucha gente, así que le pregunto que donde se había metido.

Cuando el Cacum dijo que se había quedado dormido dentro del armario, por los ruidos de la calle, todos rompieron a reír, todos se pusieron contentos y a mi abuelito, le quitaron el castigo.