In Memoriam
Cuando mi papi me dijo que iba a venir mi abuelito Cacum al descubrimiento de una placa en el molino de Barcia del río Belelle, cerca de El Ferról, en La Coruña, sede del parque micológico de la sociedad Viriato en memoria de Andrés Roca Romalde, me entro un desasosiego que como siempre me produjo pesadillas por la noche. Soñé que íbamos los dos a buscar setas a unas laderas de Midôes, un pueblo de Portugal en las Beiras, cerca de la Sierra de la Estrella muy cerca de donde el vivía desde que mi abuelita le pidió el divorcio.
Solo encontramos 8 setas magnificas, pero eran tan grandes que dentro vivían duendecillos, y claro, mi abuelito fue incapaz de llevárselas, pero a cambio hizo nuevos amigos.
Me desperté pronto, la verdad, no se si dormí, y me pase toda la mañana recogiendo mi cuarto, y ensayando una canción que he compuesto para él. El vendrá maravillosamente acompañado por Otis , su querida profesora de portugués. Así que a la hora de comer y puntualmente como siempre, sonó el timbre de la puerta, que mi papi ya había arreglado. Mi papa cocinaba, lo que es una suerte. No digo el menú, para no quitar importancia a la entrada del Cacum. Abrí la puerta, y allí estaba el, con esa altura imponente, casi dos metros. Bueno, yo siempre que le veo me siento un enano. El dice que cuando tenga 17 años seré como el de alto, pero no tan guapo.
Lo primero que hace siempre que me ve, es, me coge en brazos, ósea, me agarra y en un santiamén sube hasta el techo, y me abraza y claro yo, entre la altitud y la falta de respiración, por el apretón me quedo absurdo, y no se que hacer, a veces me dan ganas de hacer pis. Pero me aguanto. Luego me zarandea y quiere que Otis me coja y me abrace, pero ella es un cielo, es muy amorosa y delicada. Después quiere ver mi cuarto, y al Cacum le entra el apretón y quiere ir al wc. que ya esta que no aguanta mas, debe ser de la próstata.
Total que después de los saludos de rigor con papa, entra en la cocina y dice lo de siempre: que pasa, que en esta casa no se come?, y empieza a picar en todo lo comestible que ve. Luego, pasamos al salón -comedor multiusos, donde mi papi ha preparado un verdadero banquete, siete platos, y tres vinos que le hacen decir al Cacum:Tenemos que venir mas a menudo.
...Y así pasa el tiempo, después iremos por la calle Galera a tomar unos vinos y unas tapas, que es lo que mas me gusta cuando viene mi abuelito. Después, la copa es en casa que mañana tenemos que ir al descubrimiento de la placa en memoria de Andrés Roca, socio y cofundador de la sociedad Micológica Viriato. Que había sido raptado por ese mar celoso y egoísta, cuando estaba pescando desde la costa. Pescando y solo.
Mi abuelito me ha despertado esta mañana como siempre, haciéndome cosquillas en los costadillos, y claro yo no me puedo aguantar y me río tanto que casi me hago pis, pero entonces tengo un truco, le digo me rindo y el me deja, a veces le tengo que decir : No me rindo, pues no me hace ni caso, y así vamos andando.
-Venga, vamos a desayunar al Bonilla y a comprar esa resma de periódicos, que después tenemos que ir a lo de Andrés, al molino.
Recogemos a mi papi y nos vamos hasta Pontedeume que hemos quedado allí con uno amigos para ir juntos, tardamos una media hora en llegar al molino de los Viriatos y allí estaban mas de 100 personas entre socios, familiares y amigos, sobre todo jóvenes, el futuro de la sociedad, dice el Cacum.
-Venga, vamos a desayunar al Bonilla y a comprar esa resma de periódicos, que después tenemos que ir a lo de Andrés, al molino.
Recogemos a mi papi y nos vamos hasta Pontedeume que hemos quedado allí con uno amigos para ir juntos, tardamos una media hora en llegar al molino de los Viriatos y allí estaban mas de 100 personas entre socios, familiares y amigos, sobre todo jóvenes, el futuro de la sociedad, dice el Cacum.
Empieza la ceremonia, unas palabras del presidente, otras del alcalde y otras de la representante de la familia, y el hijo de Andrés que retira la cortinilla, con ayuda del presi. Después unos vinitos y unas tapitas, deliciosas como siempre, la asociación tiene un plantel de cocineros, dice mi abuelito, envidiable.
...Y poco a poco fueron retirándose los congregados, quedándonos prácticamente solos. Pero mi abuelito dijo: no importa, os invito a comer, en un chiringuito a la orilla del mar y así le hacemos nosotros también nuestro pequeño homenaje a Andrés. Y allí que nos fuimos, solo pedimos productos del mar y vinos de la tierra, mi abuelito tomo poco, porque después tenia que regresar con Otis a Coimbra. En ese bar habían pasado su amigo, otros muchos y el Cacum muchos y buenos momentos, cuantas partidas de mus, en las que Andrés y su hermano mayor, vapuleaban a Sandro y a mi abuelito, cuantas comidas con setas, y las cañas de pescar clavadas en la arena de la playa, pescando a fondo, a veces con suerte. Cuantos recuerdos, y mi abuelito se puso tierno .
Voy a escribir una notita, dice, y después la tiraremos al mar como homenaje. Hizo varias tentativas, y al final quedo esto escrito en el papel:
Cuéntanos mar, y no mientas.
Que le estamos esperando tanto tiempo.
Donde le tienes escondido.
Cuéntanos mar aborrecido.
Que no queremos esperar.
...Y dinos, el secreto que pedimos.
Esto es poco mas o menos lo que escribió en aquel papel, luego cogió una piedra de la orilla del mar, allí lió la nota y con una fuerza que no se de donde saco, que casi se le sale el brazo, lanzo aquel mensaje. Después, me cogió en brazos. Yo le mire de reojo y vi una lágrima brillar en los ojos de aquel hombre duro, que era mi abuelo.

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