Cucurrucucu
...fue después cuando supimos que no dormia, ni comia, pero se ponía hasta el culo de Tequila.
Lloraba y gritaba, mientras perdía todas las posibilidades de volver con ella.
Hasta su misma muerte la seguía llamando, cantaba y gemía, cantaba y moría, mientras las palomas se cagaban en la ropa tendida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario